Durante esta semana hemos trabajando con alumnado de secundaria en Castilla y León (Valladolid) para reflexionar sobre el privilegio de la educación y el contraste con realidades de países en desarrollo. Sesiones participativas con Fundación del Valle y apoyo de la Junta Castilla y León.
Bajo el lema: Aprender es un privilegio, en nuestras sesiones de sensibilización con chicos y chicas de secundaria con el objetivo de contrastar nuestra realidad con la de los jóvenes de su misma edad en otros contextos. El objetivo fue claro y ambicioso: valorar lo que tenemos para convertirnos en motores de cambio.
Estas actividades se han realizado dentro del aula generando reflexión y debate, con ganas de pasar a la acción. Hemos podido trabajar diversas metodologías para dejar huella en el alumnado:
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Mapa de privilegios: dinámicas rápidas para identificar ventajas cotidianas (proximidad del centro, libros, conectividad, transporte, comedor, apoyo familiar).
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Historias espejo: casos reales y anónimos sobre trayectorias educativas en contextos de vulnerabilidad. El reto: ponerse en el lugar y proponer soluciones posibles desde el entorno local.
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Semáforo de barreras: detección de obstáculos (rojos), oportunidades (verdes) y medidas “amarillas” que podemos activar como estudiantes, familias y centros.
Lo que nos llevamos:
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La educación es un derecho, pero no siempre es accesible. No solo se trata de tener escuela, sino de poder llegar, permanecer y completar los estudios.
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El contexto importa. Factores como la distancia, la seguridad, la economía familiar o la infraestructura digital cambian las reglas del juego.
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Pequeñas decisiones, gran impacto. Desde organizar apuntes compartidos hasta impulsar un banco de libros, cada gesto suma.
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Somos parte de la solución. El alumnado puede liderar iniciativas en su centro, su barrio y sus redes.
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“Valorar lo que tenemos no es conformarse; es usarlo como trampolín para ayudar a otros.”
Este proceso ha sido posible gracias a Fundación del Valle y al apoyo de la Junta de Castilla y León. A los equipos directivos y docentes: ¡gracias por abrir el aula a la ciudadanía global! Y al alumnado: gracias por demostrar que pensar también es hacer.

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