Las Misioneras de San Pablo en Turkana, junto con la Fundación RODE están trabajando los riesgos de desnutrición, con un complemento de dieta para niños y niñas de las comunidades de Ngameriek, Alagama y Ekurruchanait, a través de la implementación de HUERTOS COMUNITARIOS. Las personas elegidas en las comunidades para el trabajo agrícola han sido formados durante 6 meses en la escuela Forrow In the Desert FID, con el apoyo de una institución israelí, con la que están trabajando al norte de Turkana.
Se ha visto el gran impacto que está dejando el proyecto, pues la población ve las ventajas que está reportando el huerto en sus comunidades, con mayores nutrientes y alimentos que favorecen el desarrollo de los más jóvenes y ven el beneficio económico que están dejando para sus familias, con la venta de los productos.
El proyecto ha consistido en trabajar el sistema de riego por goteo y cuenta con un vallado para protección de los animales. Ha sido un cambio muy profundo para esta zona de Turkana, que con la sequía que tiene no se contaba ni con agua ni con posibilidades agrícolas, basándose su alimentación en leche y sangre de cabra, fundamentalmente.
Es por ello que este proyecto, realmente, está suponiendo una acción integral contra el hambre en la zona en estas tres comunidades de la zona de Kokuselei.
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